Me alegro por Demtrio Alfonso y condeno el daño que el denunciante ha hecho a Demetrio y especialmente a Fabero y su contorno al haber frustrado con su denuncia la creación de cien empleos directos y algunos cientos más indirectos. Por cierto, esta condena tengo que hacerla a aquellos que secundaron la actitud del denunciante desclaficando y condenando de antemano a Demetrio.